Buscar este blog

jueves, 22 de septiembre de 2011

Tucapel: Leyenda, historia, hoy realidad



                                  Historia de un descubrimiento hecho realidad


De niño había escuchado hablar acerca del Tucapel, esa famosa historia del barco misterioso que se veia por el sector de Chule cuando la marea descendía, los pobladores de la zona atribuían como motivos de la tragedia al exceso del licor de los tripulantes y a la discusión que el capitán y el timonel tuvieron a causa de una hermosa mujer por la cual descuidaron el rumbo y se precipitaron a la orilla. Leyenda concluida y punto final, mi vida iba por otro rumbo, distante de los mares barcos y aventuras marinas; empero el destino es asi, uno nunca sabe en que puerto ha de anclar, o en que pista ha de aterrizar, la vida puede ser a veces paradójica e inconmensurable.


Es asi, que en ese espíritu absoluto de la curiosidad y la investigación, fui en búsqueda de información de lo que podía haber de cierto en esa recordada historia. El día lo recuerdo con exactitud: 5 de junio del 2005 aquel dia mi vida dio un giro de 1,260 grados, sin ni siquiera advertirlo, habia dado con las fotografias del naufragio del barco aquel, sumido en el tiempo como toda una leyenda. En realidad no se que me pasó, es algo que hasta el momento no logro explicar, al parecer la fuerza contenida de las almas ignoradas por casi una centuria tocaron todas al unísono una gran melodía en lo más profundo de mi pecho “obligándome” a detener mi existencia en esta fabulosa historia durante más de cinco años.

                                          
Primera página que pude apreciar del Tucapel, publicada por la revista Variedades el año de 1911.

A partir de aquel momento reuní informacion complementaria, articulos periodísticos de la época y más. Aunque es de notar que la dedicación a un aspecto nada vinculante a mi especialidad causó sorpresa entre mis familiares, no obstante mis conviciones y perseverancia por el tema pudo conmoverlos a tal punto que me dieron su apoyo y contribuyeron con esta tarea que se prolongó en el tiempo plagada de multiples sacrificios y necesarias privaciones.
                                  
                                       Ventana de roble rescatada del vapor Tucapel.

Fue la editorial San Marcos la que permitió que todo aquello sea materializado en un texto, es asi que el 30 de octubre del año 2009 salió a la luz el texto de mi autoria “El naufragio del tucapel, el mismo que logré presentar en la provincia de Camaná 31 de octubre del mismo año. Contado con el apoyo del Congresista de la República dr Tomás Zamudio Briceño pude presentar el libro en Hemiciclo del Congreso de la república Raúl Porras Barrenechea. Estableciéndose alli el compromiso para recibir los 100 años de este mitico naufragio con todas las de la ley.
                                       
                                 Acompañado del congresista Tomás Zamudio.

                               
Afectuoso saludo del Agregado naval de la Embajada de Chile Juan Carlos Pons Jara, luego de la presentación de la novela "El naufragio del Tucapel" en el Congreso de la República.

El dia 19 de agosto del 2011 tuvimos una entrevista con la Ministra de Cultura, la Sra. Susana Baca generada por el Congresista Zamudio. En un acto sensible y enaltecedor la Ministra toma la decisión de viajar a Camaná a los actos conmemorativos del centenario del tucapel, entendiendo que se trata de un hecho de heroismo civil, en el que humildes pescadores entregaron sus vidas por salvar a los tripulantes de la nave.

                                    
               Llegada de la Ministra Susana Baca a la plaza de Armas de Camaná.

Aunque quedó poquísimo tiempo de por medio para cursar las invitaciones y para la óptima organización que el caso ameritaba, se hicieron todos los esfuerzos respectivos para recibir a la ministra de la mejor manera.

En la plaza de Armas de Camaná existia mucha expectativa entre pobladores y visitantes, hasta que la idea se hizo realidad y Susana Baca acompañada del congresista Zamudio hizo su ingreso triunfal a la Plaza matriz de la ciudad, allí participó del izamiento del pabellón nacional y la bandera de la provincia, luego pudo apreciar el desfile destinado a rendir homenaje a los héroes del Tucapel.

                                    
                                     Desfile civico en honor a los héroes del Tucapel.

 Enseguida la comitiva oficial se desplazó hacia el sector del anexo de Chule donde se inauguró el museo temático "Centenario del tucapel", para desplazarse luego hacia el sector del naufragio, en la zona del Chiflón donde se llevó a cabo la ceremonia central.


                                     

                                    

                                    

                                        
                         Conmoción y expectativa en los actos de conmemoración
                                 del centenario del naufragio del Tucapel
                                      en el sector de Chule, Chiflón.

 Lo cierto es que el tucapel era un barco misterioso el 2005, nadie sabía m{as del barco que la descripción del empinado mástil que se veía cuando descendia la marea o la historia legendaria y descabellada del enamoramiento del capitán y la discución con el timonel como causa del naufragio. Pero a partir de aquel célebre día se revelaron fotografias, noticias, reportes periodísticos, telegramas, etc. se pudo reconstruir la verdadera historia y ser apreciada por el pueblo de Camaná. Han pasado poco más de seis años y siento que ha valido la pena arriesgar poco más que un lustro de existencia por reivindicar del fatidico recuerdo a quienes fueron los verdaderos héroes y protagonistas de la historia.

                                   
Acompañado de un oficial de la Marina de Guerra del Perú y del Sociólogo Cesar Távara Guerra.































1 comentario:

  1. ¡Felicidades! Buenos logros.

    Comparto un blog dedicado al derecho, política y literatura: http://josebellidonina.blogspot.com/


    Saludos cordiales,

    José.

    ResponderEliminar