EL NAUFRAGIO DEL TUCAPEL

A 100 AÑOS DEL NAUFRAGIO DEL TUCAPEL

4 DE SETIEMBRE DEL 2011

Una madrugada del cuatro de setiembre del año de 1911 cuando el reloj marcaba las 4 y 15 de la madrugada, en medio del horizonte y la bruma marina se escuchó el resonar de una sirena lejana que anunciaba entre la penumbra el quejido clamoroso del gigante marino que pedía auxilio. Aquel era el barco Tucapel que después de encallar la ùltima ola de las embravecidas aguas del mar de Boca del río, luchaba indeclinable por sostenerse en pie.

Fueron los humildes pescadores Pedro Yañez y Jacinto Núñez los primeros testigos de tan horrendo espectáculo los que acudieron presurosos al pueblo de Chule y San José a dar parte de la tragedia haciendo movilizar a decenas de personas dispuestas a socorrer a los náufragos.

Lo cierto es que, en este fatal suceso que ha permanecido indeleble en el pueblo de Camaná como una tradición casi centenaria, se marcó un hito en el desarrollo de la historia marítima del pacífico y del continente, pues lo dificultoso del rescate permitió que emergieran como héroes aquellos desconocidos pescadores camanejos que solidariamente sacrificaron sus vidas para salvar a nuestros vecinos chilenos, hecho que fue reconocido por el gobierno de Chile al enviar a la nave de guerra, la caza torpedera "Condell" al pueblo de Quilca a tributar un saludo militar en agradecimiento a los generosos vecinos de San José, Chule y del pueblo de Camaná por el gesto invalorable que tuvieron para sus connacionales. Hoy rendimos homenaje a nuestros héroes civiles anónimos en el recuerdo de esta gesta solidaria, digno ejemplo de entrega y sacrificio para toda la humanidad.